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jueves, 9 de febrero de 2012

Té negro , sin azúcar.


Se le notaba en la voz carrasposa que no había podido dormir.
 Tuvo que salir corriendo hacia sus obligaciones imaginando terribles castigos ,por llegar tarde , otra vez.

Ya , a las puertas de la empresa, lo toma por asalto una idea ; la idea  tan despeinada como él, le tironea del bolso  y lo empuja contra el umbral de una casa .

"-No te atrevas a decirme lo corta que es la vida y todas esas boludeces ,la última vez me suspendieron por dos días, por tu culpa , me van a hechar" - le dijo él.

La idea se divertía mirándose en el brillo de sus zapatos y tironeando de un hilo que colgaba del dobladillo del uniforme,  "- soltame , todavía puedo inventar una mentira", insistió él.
   
La idea lo abandonó , el se acomodó la solapa de la camisa , el bolso y encaró para la empresa.


La idea tenía los bolsillos llenos con números de señoritas  ,un mapa indicando como llegar más rápido al mar y un programa para el hipódromo . Ella nunca más lo buscó ; varias mañanas lo vió pasar apurado mirando al suelo y con los pies cada vez mas gastados ,empujado por una ola de gente ,iguales a él , sin tiempo para volar.

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