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viernes, 12 de agosto de 2011

Despedida.

La sonrisa triste de Adrián ,antes de apagar las luces en el supermercado se puede ver desde el cielo.
Muchas veces ella le dijo que se quería ir, que se iba a ir,pero no le dijo chau…
Se fue y ya.

Una vez ,hace dos meses ,ella le dejó una nota al lado del microondas que decía : “Extraño a los chicos”
Esa noche ella ya no volvió y Adrián alcanzó a detenerla en el hall ,justo cuando sonaba el aviso de embarque.

El corazón necesita esta gimnasia ,hay personas que no soportan que no pase nada ,pequeños dramas que se pueden resolver …

Vinieron a trabajar,tenían una oferta y eso era más de lo que tenían en Durazno.,
Los chicos viajarían después .

Ella no aguantó otro día sin verlos al levantarse ,darles el desayuno,besarlos o ayudarlos con la tarea.

Adrián sabía no era el único motivo que ella tenía para irse y llevarse sus ojazos,
Él los extrañaba de la misma manera,después de todo. Desde que llegaron a Buenos Aires , él pudo empezar a sentirla ,cada vez mas lejos, a veces era un eco , a veces el susurro del viento, y otras un ruído apagado que no merecía más atención…

Fue un golpe muy grande, darse cuenta ,conocerla , a ella, su amor,a partir de su ausencia.,Encontrando entre sus cuadernos todo un universo que nunca compartieron y que simplemente ,un día los terminó separando.

Y si uno lo vé de casualidad a ese hombre, abriendo el local a la mañana, atendiendo la caja , con la cabeza gacha,pasando los paquetes por el aparatito decodificador ,contestando preguntas sin mirar,para que nadie descubra que estuvo llorando,seguramente, se le achicará el corazón de tristeza al menos,por un rato…



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